Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso. Proverbios 16:18.
Cuando el rey David se va debilitando con la edad, uno de sus hijos llamado Adonías ve la oportunidad de reemplazar a su papá y entra en acción. Llama a algunos amigos y esencialmente se declara a sí mismo rey. Aunque David ahora es anciano, no es un hombre tímido. Así que enfrenta la crisis y declara que Salomón es su elección para ser el siguiente rey.