“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos” Juan 8:31.
Usted y yo hemos recibido una carta importante, un mensaje personal de alguien mucho más grande que cualquier rey terrenal, ¡de Dios mismo! Pero la invitación que nos hace es aun más importante que recibir esta carta y poder leerla. En esta carta, que nosotros llamamos la Biblia, ¡Dios mismo nos invita a ser sus hijos y a vivir con él para siempre!