“Yo estoy por enviar a mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su templo el Señor a quien ustedes buscan; vendrá el mensajero del pacto, en quien ustedes se complacen”. Malaquías 3:1.
El Antiguo Testamento llega a su fin con tres proyectos de edificación. Primero está la reconstrucción del templo bajo el liderazgo de Zorobabel. Dios una vez más tiene un lugar donde morar para estar con su pueblo. Los sacrificios por los pecados se reanudan. En segundo lugar, se lleva a cabo la reconstrucción de la muralla que rodea la ciudad de Jerusalén bajo el liderazgo de Nehemías. La gente ahora está protegida de quienes los han estado intimidando adentro y afuera a lo largo de todos esos años.